Descripción
Después de habernos limpiado los dientes, sacamos la lengua y pasamos el limpiador lingual a modo de raspado desde la zona más interna de la lengua hacia la punta, con mucho cuidado. No debemos realizar una presión excesiva, pero sí que es importante repetir este gesto varias veces, echando agua en el limpiador entre cada pasada y asegurándonos que llegamos a todas las partes de la lengua (incluyendo los lados). Una vez terminado el cepillado de los dientes y la lengua podemos complementar el lavado con un enjuague sin alcohol, que nos ayudará a eliminar las bacterias restantes.
Una buena higiene de nuestra lengua con unos pasos sencillos y rápidos. El hecho de eliminar las bacterias que diariamente se acumulan en este músculo de nuestra boca nos evitará problemas en nuestra salud oral y reducirá el posible mal aliento.
Gilma Juárez (propietario verificado) –
Si funciona, me he sorprendido de cómo se ensucia la lengua al día y de como este limpia lengua hace su función. Buena inversión